El libro de Hechos no es para débiles. Es un reto directo a nuestro deseo natural de seguridad. Existen algunos bien intencionados programas de televisión evangélica cristiana que nos hablan de comodidad y seguridad, La Biblia nos muestra y nos enseña unas imagines completamente diferentes. El tribunal de Pedro y Juan frente a los sacerdotes fue solo el principio. El inicio de la iglesia y sus primeros servidores soportaron y sufrieron en la prisión, golpes, expuestos a la muerte, fueron apedreados, naufragio, insomnio, hambre, sed, desnudez como el resultado de declarar a Jesús como su salvador. Ninguno de nosotros ha tenido que sufrir eso al demostrar nuestra fe y no lo deseamos tampoco. No debemos de sentirnos culpables porque no hemos enfrentado eso. Pero si debemos de mantenernos firmes en nuestra fe y aceptar las circunstancias que enfrentemos al así hacerlo.
Dios nos ha destinado a vivir en este lugar y tiempo para que Su nombre sea glorificado ahora. Nosotros declaramos su nombre valientemente en cada área de nuestras vidas o lo escondemos detrás de la apatía y la comodidad diaria?
La recompensa de vivir una vida valiente con Jesús sobrepasa cualquier consecuencia temporal que suframos. Quién sabe cuáles serán las consecuencias de compartir a Jesús en su escuela, en su trabajo o en la familia? Pero de algo podemos estar seguros que cualquier cosa que nosotros enfrentemos, Cristo ha ido delante de nosotros. En todo momento y oportunidad, nosotros debemos de compartir valientemente de Cristo.
Unfortunately, there are security risks associated with your browser. To keep you protected we will be discontinuing support to this browser. Please visit http://browsehappy.com/ for a secure browser update.