Jesús dado de comer 5000 personas con cinco panes, caminó en agua a través del mar tempestuoso en el medio de la noche, y terminó eso por diciendo a un multitud que a vivir ellos tienen que comer su cuerpo y beber sú sangre. A ser honesto, John 6 es un poco espantoso. No porque Jesús habla sobre comer su cuerpo y sangre, pero porque es difícil a aceptar. Muchos en el multitud sintieron lo mismo, “de esto tiempo muchos del sus disciples dieron la vuelta al atrás y siguieron Él no más.” Caminar en agua y hacer pan acompañan una lista larga de milagros junto a criar personas del muerto y abrir ojos ciegos. Los milagros de Jesús y sú declaración polémico a “comer mi cuerpo“ demostrar el mismo mensaje: Jesús es el punto. En este vida y el próximo nunca podemos estar contentos sin Jesús. Y en el otro mano, si tenemos nada pero Jesús, tenemos todo.
Yo entiendo porque unos caminaron lejos. Ellos no quisieron a dar todos a Jesús. Unos probable quisieron un espectáculo, a ser un parte de algo poderoso o tener una necesidad cuidada. El mundo de ellos era similár a nuestro mundo hoy; mirando para más dinero, más cosas, más opciones, y más relígion. Más es el punto.
Jesús habla en una manera variante, diciendo “Yo soy” la respuesta. Jesús no venido a dejarnos en apuros; venido a darnos todo. Él es todo. Como Peter, podemos decír con júbilo “¿Amo, a quién debemos ir? Tiene Usted las palabras de vida eterna.”
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